En Bach on My Mind, Assumpció Mateu establece un diálogo entre el lenguaje musical y el pictórico, tomando las partituras de Johann Sebastian Bach como punto de acompañamiento a la hora de pintar la fuerza interior de los árboles.

El artista descompone y reinterpreta sus pentagramas, transformándolos en composiciones visuales llenas de dinamismo y profundidad. Mediante el collage, construye un universo donde la precisión matemática de la música barroca se disuelve en formas, transparencias y texturas vibrantes y sobrias.

Su pintura capta la esencia estructurada y expresiva de Bach, convirtiendo el sonido en imagen y ofreciendo una experiencia plástica que resuena con la intemporalidad del compositor.